Hace un tiempo, leí un cuento de esos que se te quedan en la memoria para siempre, y hoy lo voy a compartir en la web, en esta reciente categoría de «Seducción hacia la salud«.
El cuento lo encontré en el libro «El canto del pájaro» de Anthony de Mello.
Creo que de vez en cuando es importante que nos paremos y veamos qué estamos haciendo con nuestras vidas, para así retomarnos y recuperar el norte. Para poder comprobar si hacemos lo que realmente queremos, o si son otras causas, no conscientes, las que dirigen nuestras vidas. Esto se puede aplicar, por supuesto, para reflexionar sobre los diferentes motivos que cada uno tiene cuando seduce, o trata de seducir.
Aquí el cuento:
El pescador satisfecho
El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
«¿Por qué no has salido a pescar?», le preguntó el industrial.
«Porque ya he pescado bastante por hoy», respondió el pescador.
«¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?», insistió el industrial.
«¿Y qué iba a hacer con ello?», preguntó a su vez el pescador.
«Ganarías más dinero», fue la respuesta. «De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo».
«¿Y qué haría entonces?», preguntó ‘ de nuevo el pescador.
«Podrías sentarte y disfrutar de la vida», respondió el industrial.
«¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?», respondió el satisfecho pescador.
* * * * *
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Arte de Seducción 
Hola, mi admirado!!!… tengo una pregunta: entonces para qué seducimos??? , porqué lo hacemos???. Muchos dirán que para sentirse bien, otros para encontrar el amor de su vida, otros para jugar, etc. pero, se puede dejar de seducir para disfrutar de la vida con lo que ya se ha conseguido?, o es una constante de la vida?…
No sé, admiradora, hay cientos de posibilidades. He dejado la pregunta abierta para que cada uno reflexione sobre cuál es su «para qué» seduce.
Sólo se me ocurre una cosa -de momento-, cogeré una de mis pipas, escogeré un tabaco de combustión lenta, de especial carga nicotínica, lo trocearé lentamente, lo desmenuzaré, cargaré la pipa, apagaré la luz y, en el frescor de la noche, la encenderé, … quizás después de una hora o una hora y media de lentas caladas, encuentre la/s respuesta/s porque seguro que hay más de una.
Bueno yo creo que seducir es algo que realmente lo hacemos como parte de un juego, si te gusta jugarlo porque no hacerlo? además puedes sentarte a disfrutar de lo que ya tienes pero si no tienes con quien disfrutar estas cosas, se dice que la felicidad no es completa
Pipero, eres un seductor, casi me dan ganas de fumar en pipa, y eso que no fumo 😉
Te lo recomiendo, pero sólo en pipa, lo cual ayuda sin duda a tomárselo todo mucho más tranquila y fríamente, los cigarrillos en cambio, aparte de la porquería que llevan, hacen tomarse todo en la vida mucho más rápida y ansiosamente.
Te voy a pedir permiso, violinista, para linkar este post desde mi blog, pues el cuento me ha gustado mucho por la sabiduría que encierra y que va más allá de la propia seducción que es materia de tu blog.
Pipero, claro que sí lo puedes linkear. 🙂
Me alegro de que te haya gustado este cuento, es realmente sabio y tiene mil aplicaciones prácticas 😉
Gracias, violinista. No te pongo un emoticono, porque no sé cómo ponerlo con wordpress, pero te enlazaré.
Un abrazo, «entre volutas»…
JEJE
Pipero, para lo de los emoticones, mira aquí:
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