Hace un tiempo, conocí a un amigo que decía que cuando salía por las noches de fiesta, cogía auténticos «Pedos psicológicos«, es decir, no bebía una gota de alcohol (era judoka y competía como tal), sin embargo, se sugestionaba de tal manera que era como si bebiera. Se divertía mucho sintiéndose como si fuera pedo: su forma de caminar, de hablar, de reir, de moverse, etc. Parecía que iba más bebido que cualquiera de nosotros. Era muy chocante verlo. No paraba de decir, «¡¡Qué pedo llevo, uuuffff, qué pedo llevo!!». Al final, lo parecía de verdad para todos y para él mismo también.
Pues bien, en el artículo de abajo, resulta que le han dado la razón a mi amigo. «Si te sugestionas, y crees que has bebido alcohol, es como si lo hubieras bebido realmente». La ciencia lo ha demostrado, concretamente el investigador Richard Wiseman, en un estudio que realizó con unos estudiantes universitarios.
Ahora que estamos en crisis económica, no sería malo recurrir a lo que hacía mi amigo, y así ahorrarse unos cuantos euros en alcohol e invertirlos en otras cosas más productivas. 😉
Aquí os dejo el artículo:
Si no bebes alcohol, también te puedes emborrachar. (Artículo de Sergio Parra)
A veces, basta con pensar que uno está tomando alcohol o cualquier otra droga para sentirse invadido por los efectos de esa sustancia.
Una broma que se ha propagado en muchas universidades, por ejemplo, consiste en dar a fumar una planta semejante a la marihuana que en realidad no es marihuana. La víctima empieza a decir tonterías y a asegurar que se está “colocando”, hasta que finalmente se le revela que ha estado fumando algo sin efectos psicoactivos. Lo cual demuestra, también, el poder del placebo.
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