Artículo en la Vanguardia. «Armas de Seducción Masiva»

Hoy, día 10 de marzo de 2012, podría decir que estoy contento, súper contento, mega contento, hiper contento, pero me quedaria corto. ¿Por qué? Porque es LO SIGUIENTE a todo eso. 😀

Acaba de salir publicado un artículo en el que colaboro, en el periódico La Vanguardia, y ha salido reflejado lo que realmente escribí cuando les envié mis respuestas a sus preguntas. Han escogido a la perfección la esencia de todo, y no han dejado nada en el tintero.

Por lo cual, desde aquí, quiero dar mi más eterno agradecimiento a la periodista que ha redactado el artículo, Carmen Grasa, por su profesionalidad, y su refinado y exquisito gusto a la hora de hablar sobre la seducción. ¡GRACIAS! 😀

Aquí, el artículo.

(Señalo en color azul, las partes del texto que son de mi autoría)

Armas de seducción masiva

(Periódico La Vanguardia. 10 de marzo de 2012. Suplemento Estilos de Vida. Artículo redactado por Carmen Grasa)

Deseamos fascinar con un gesto, con una palabra, caer bien irremediablemente. Anhelamos provocar deseo, amor, admiración. En definitiva, seducir. ¿Pero cómo? La clave está en nosotros: en nuestras emociones y en nuestro cuerpo

No importan las circunstancias, ni el momento, ni el lugar. Cuando entran en una sala las miradas se levantan del suelo para posarse, sin remedio, en ellos. A su alrededor se crea un campo magnético que nos atrae, se convierten en el centro de atención. Caen bien irreparablemente, en sólo unos segundos. Sus sonrisas, sus saludos, sus palabras, esa elegancia al moverse, despacio, como si hubieran inventado el tiempo y amoldaran el espacio a sus necesidades, nos fascinan. Sin esfuerzo aparente conquistan voluntades. Quizá no sean bellos, ni las medidas de sus cuerpos, perfectas.

Quizá su belleza no responda a los modelos sociales más apreciados. Pero nos hipnotizan, despiertan en nosotros emociones que van del deseo a la admiración, del enamoramiento romántico a la pasión. Son seductores, seductoras, que deslumbran sutilmente, a hombres y mujeres, sin distinción de edad, ni de raza. Derrotan tus defensas para adueñarse de tu corazón, de tu mente. Y te dejas vencer, porque a su lado te sientes especial, casi tan maravilloso como ellos.

Afirman los expertos que esa capacidad de persuasión llevó en gran medida a Barack Obama a la Casa Blanca; hizo de Gandhi un líder indiscutible: convirtió a Picasso en un amante infatigable; levantó hasta los altares de la inmortalidad a Marilyn Monroe o a Greta Garbo; ha hecho de George Clooney un hombre adorado en todo el mundo; de Iñaki Gabilondo, un líder de opinión; de Antonio Banderas, un galán cautivador, y de JFK y su esposa, Jacqueline Kennedy, ideales.

En la actualidad estos, y otros muchos nombres, son los abanderados de aquellos que reivindican la seducción como una de las herramientas imprescindibles para prosperar, siempre y cuando seamos capaces de eliminar de nuestro diccionario la implicación negativa que la ha acompañado en las últimas décadas. “La seducción en nuestra cultura tiene una connotación bastante negativa. La primera acepción de esta palabra nos habla de seducción como ‘engañar con arte y maña’. Además, hay mucha vinculación con la parte más sexual del término. Pero todo depende de dónde pongamos el foco.

Lo que está claro es que la seducción entendida como capacidad de influir en los otros se relaciona ahora con otro concepto, el del liderazgo, que culturalmente está muy bien valorado, y del liderazgo resonante, que es la capacidad para generar emociones positivas en los demás y canalizar la energía hacia un futuro inspirador”, expone la psicóloga Mar Molina, directora del Centro Europeo de Coaching Ejecutivo. ¿Acaso no nos han seducido así personalidades tan diversas como el entrenador del FC Barcelona Josep Guardiola, el empresario Steve Jobs, la escritora Susan Sontag o, recién estrenada la democracia, el ex presidente del gobierno Felipe González?

Eruditos de las emociones

A los grandes seductores de la historia, del presente y del futuro, “la seducción les nace desde dentro, no la piensan, fluye. Son espontáneos, encantadores, fascinantes, motivadores, atrayentes. Se sienten tan a gusto dentro de su piel que no están pendientes de lo que hacen ni de lo que dicen. Cuando estás ante un seductor natural sólo notas que no está haciendo ningún esfuerzo, que se divierte y disfruta. ¿La clave de su éxito? Te entusiasma con su propio entusiasmo, te hace sentir bien con su propio bienestar y disfrutas con esa persona porque aprecias que está disfrutando contigo”, describe Alberto Hidalgo, psicólogo y autor del libro Psicología y seducción.

Diversas teorías inciden en que se trata de personas con un alto nivel de inteligencia emocional (IE), lo que las conduce a conocer perfectamente sus propias emociones y a saber gestionarlas del modo más eficaz. Son virtuosos de la empatía, magos del control emocional, dominan los juegos del misterio, de la gentileza y la coquetería. Y esa sabiduría los hace desarrollar vastas habilidades sociales que desembocan en una capacidad asombrosa para reconocer los deseos y necesidades de los otros, sus inquietudes y turbaciones. “La seducción está íntimamente ligada al concepto de persuasión o capacidad para generar impacto e influencia en los otros. Un alto nivel de inteligencia emocional implica tener la competencia de influir en los otros y esto nos lleva a la propia definición de seducción”, incide Mar Molina.

Por donde pisan los seductores crecen la calidez, la pasión, la vehemencia en algunos casos, seguridad, confianza, esperanza, ánimo, buen humor, alegría. Contagian a cuantos están cerca y estos se dejan contaminar sin oponer resistencia. “El éxito del seductor natural permanece y se incrementa en el tiempo, pues tiene como clave su propio bienestar interno”, en palabras de Hidalgo, quien también describe al perfecto seductor estratega: “Sus acciones no parten del propio disfrute. Su objetivo NO es compartir su bienestar contigo, sino conseguir resultados, un beso, una cita, sexo…, tratando de sentirse bien. Está pendiente de su forma de hablar, de su lenguaje, desarrolla técnicas de persuasión. En realidad, trata de imitar a un seductor natural, pero sólo imita la parte externa de este, no se queda con su esencia. Puede tener éxito con todos estos elementos, pero será con mucho esfuerzo y su efecto seductor irá cayendo en picado con el tiempo”. Y he aquí otra de las grandes cualidades de un seductor inteligente, natural y con mayúsculas: la generosidad. Es espléndido en los afectos, desprendido con la sensibilidad y despilfarra delicadeza. Un manirroto a la hora de invitarte al banquete de las emociones más positivas.

Un gesto, una palabra

Entre las armas que despliega un seductor, de modo inconsciente y natural, están su palabra y su cuerpo. Los seductores son grandes oradores. Dominan la voz, los silencios, la entonación. Saben dónde poner el acento y cuándo hacer una pausa. Valoran los susurros al oído, respiran pausadamente al hablar. Nunca mantienen un tono monocorde, porque se divierten hablando y varían la velocidad, usan metáforas, comparaciones, citas y anécdotas. La palabra es su aliada. Como lo es, también, su cuerpo cuando se vuelca en el juego de la seducción. Fascinar requiere lentitud, suavidad, una proximidad precisa, una fuerza mesurada, una mirada cautivadora, una sonrisa arrebatadora, un apretón de manos firme pero no amedrentador, un abrazo exquisito; en definitiva, un lenguaje no verbal poderoso. Diversas teorías apuntan que nos hacemos una imagen de otra persona en unos siete segundos, un tiempo mínimo en que los seductores son capaces de atrapar la atención, de despertar la admiración. Te caen bien de entrada, sin saber por qué. Con un solo gesto, logran que te sientas a gusto a su lado. Porque cuando hablamos de emociones, los especialistas coinciden en afirmar que el lenguaje no verbal es fundamental en la comunicación.

El antropólogo Albert Mehrabian, profesor emérito en UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), ha dado nombre a la regla Mehrabian, según la cual cuando una persona nos habla desde la emoción, el mensaje que recibimos a través de sus palabras supone un 7% del total, por el tono de voz y otros detalles vocales percibimos un 38%, y el máximo contenido nos lo transmite su lenguaje corporal (55%). Una importancia que ya vislumbró Charles Darwin y que se empezó a estudiar en 1950. A pesar de que desde pequeños se nos enseña a controlar nuestros gestos, estos forman parte de la esencia de la seducción. Hasta tal punto que hay quienes afirman que cambiar unos por otros puede convertirte en un triunfador. Modificarlos para transformarte en una persona atractiva no es fácil, porque la mayoría de nuestras reacciones son espontáneas. Y aunque sí es posible modificar los gestos más llamativos, se necesita algo más. “Al trabajar tanto en sus técnicas externas, y si se ha dedicado mucho tiempo a interpretar a un seductor natural, es cierto que un seductor estratega te puede deslumbrar en un primer momento, pero conforme pasa el tiempo notas que es artificial. Te das cuenta de que todo es postizo, que es una estrategia con la que trata de encubrir su falta de bienestar interno, algo que al seductor natural no le falta; al contrario, va sobrado de alegría y riqueza emocional”, apunta el psicólogo Alberto Hidalgo.

Seductores por naturaleza

Nacemos seductores. Así logramos que nos amamanten, por ejemplo. Sin embargo, nuestras capacidades para seducir pueden quedarse en fase embrionaria o aflorar a medida que pasan los años. Sólo depende de nosotros mismos. “Como ocurre en el desarrollo de cualquier característica del ser humano, se parte de unas capacidades innatas que, más adelante, crecen o evolucionan, en mayor o en menor medida. Crecerán tanto más cuanta más dedicación se invierta en la tarea en cuestión. Pueden más el entusiasmo y el disfrute en hacer algo que la capacidad desde la que partas para hacer ese algo”, observa Hidalgo.

Igualmente, los éxitos y los modelos a nuestro alcance influirán en el desarrollo de nuestras habilidades. Si las primeras piruetas persuasivas acaban en victoria, iremos mejorando nuestro arte de seducción. Si nos rodeamos de personas seductoras no sólo aprenderemos: ellas nos ayudarán a descubrir que en nuestro interior también se esconde un seductor. “Nacemos con una de las habilidades que componen la inteligencia emocional, la empatía emocional, y eso es posible gracias a nuestras neuronas espejo, que tienen la facultad de reflejar las emociones que sienten otros cerebros. La inteligencia emocional se desarrolla con la educación, con la experiencia. Sobre todo, aprendemos con modelos: un directivo manifestará mayor nivel de inteligencia emocional si su jefe es emocionalmente inteligente, por ejemplo. Además, un ser humano aprende a ser seductor en la medida en que a lo largo de su vida va obteniendo beneficios gracias a sus comportamientos seductores”, afirma Mar Molina, psicóloga.

Sin embargo, aprender a seducir no es un trabajo intelectual, no basta hincar los codos tarde tras tarde para aprender gestos, palabras, andares o frases, más o menos ingeniosas, con los que atraer la atención de la persona a la que amamos o del jefe que puede abrirnos el camino a un ascenso. Para aprender a seducir primero hay que aprender a deleitarse con la vida. “No hay nada más seductor que una persona feliz. No seduce más el que más sabe de seducción, sino el que más se divierte y más disfruta. La mayor parte de las escuelas y libros de seducción tratan de enseñar a seducir de manera racional, ‘qué hacer, qué decir, qué técnicas usar’. Esta perspectiva es tremendamente perjudicial para la salud psicológica y emocional, pues lo que sucede es que los aprendices se convierten en trabajadores del amor, en obreros o estrategas del amor, en vez de en amantes del amor, personas emotivas, entusiastas, divertidas, como son los seductores naturales”, advierte Hidalgo.

Emociones arrebatadoras

El psicólogo Alberto Hidalgo, autor de Psicología y seducción, destaca que hay varias personalidades seductoras. “Unos escogen aplicar principios universales de seducción como el dominio, el misterio, lo escaso. Otros prefieren la afectividad, la generosidad, la alegría. Si comparamos la personalidad de James Bond, Don Juan de Marco y George Clooney, veremos que el primero es arrogante, irónico, presumido, insolente; el segundo, emotivo, tierno, apasionado, romántico, y el tercero, cercano, cordial, educado, afable. Y lo mismo ocurre con las seductoras. Greta Garbo era distante, misteriosa, seria. Marilyn Monroe era dulce, expresiva, inocente, alegre. Ambas muy seductoras, pero como la noche y el día”. Por ese motivo, Hidalgo ha establecido tres niveles de seducción en los que el seductor provoca diferentes emociones en los demás:

Nivel físico:Te despertará la pasión, el deseo sexual”. En este horizonte encontraríamos personas como las actrices Marilyn Monroe, Ava Gardner, Scarlett Johansson o Adriana Ugarte; actores como Antonio Banderas, Daniel Craig, Sean Connery, José Coronado o Valentino; el torero Cayetano Rivera, y personajes de la historia, como Cleopatra.

Nivel afectivo:Llega a ti cercano, alegre, cariñoso, encantador, solidario. Despertará el enamoramiento”. La cantante Ana Belén, el futbolista Xabi Alonso, George Clooney, Barack Obama, John F. Kennedy, Susan Sarandon o Josep Guardiola despliegan estas armas de seducción masiva.

Nivel intelectual: “Un artista, por ejemplo, despertará en ti emociones de admiración e interés”. El actor Johnny Depp, la actriz Greta Garbo, Picasso, María Callas, Iñaki Gabilondo, el presidente francés François Mitterrand, el español Felipe González, Gala Dalí, Coco Chanel, la actriz Marisa Paredes, Lord Byron, la escritora Susan Sontag o Steve Jobs son, o han sido, doctos y virtuosos seductores.

* * * * *

Si quieres leer más post de tu interés, puedes encontrarlos ordenados en la Guía de la Web.

17 comentarios en “Artículo en la Vanguardia. «Armas de Seducción Masiva»

  1. Alberto, Amigo,… sabes que es lo que me preocupa del artículo?…

    Lo único que me procupa es que nombraste a Gaurdiola a JFK y muchos otros y no me nombraste a mi como un de los más grnades ejemplos de Seducción Arte y Maña que haya conocido y vaya a conocer la historia!. Jajajajajaja!!

    No chico de verdad que articulo!! estupendo, magnifico… GRANDE, MAGISTRAL hermano, de más está decir lo que me ha gustado. Felicitaciones por toto lo que has hecho cambiando y ayudando a muchicima gente a cambiar y mejorar su vida.

    Si mañana te vas de este mundo (que espero que no sea mañana, sino dentro de mucho tiempo más, y no soy el único) podras decir me voy pero le dejo algo bueno, algo fenomenal con lo que sin duda podran ayudarse los que queden.

    Muchas Gracias Amigo! Que sigas con tus Éxitos; que en base a lo que significa en éxito en la seducción, ya sabras lo que esperto para ti. 😉

  2. Este artículo es alucinante. Muchas felicidades por la publicación, se lo merece 🙂

  3. Blödgharm, muchas gracias 😉

    Busg B., lo de Guardiola lo escribió la periodista jeje, como ves, NO está señalado en color azul, no es texto de mi autoría 😉 Si lo hubiera escrito yo eso, habría puesto, sin duda, el gran maestro de la seducción Bugs B. 😉

  4. Hey que tal, felicitaciones por el artículo, eres un capo.
    Bueno, he estado leyendo tu web mucho tiempo y solo puedo decir que es una de las mejores cosas que me ha pasado. He usado muchas de tus frases y he seguido muchos de tus consejos. Ahora me gustaria compartir algunas cosas, para ser preciso una situación y una frase célebre que me salieron jaja. ahora que lo veo de lo más natural.
    Bueno ahi va…
    Pasó hoy cuando estaba saliendo con unas amigas.. de pronto teníamos que llamar a una amiga por teléfono y mis amigas preguntan.. y dónde hay un teléfono cerca??… ( no usamos los moviles porque no teniamos credito :D! ) y yo le respondo tranquilamente.. «ahhh… (levantando el brazo para señalar). yo se dónde… allá!.. y señalé un lugar cercano cruzando la calle. (estabamos en un parque).. y seguí señalando y moviendo el índice alrededor de la calle como buscando la cabina, ya que en realidad no habia ninguna cabina telefonica cerca.. En todo momento me siguieron la punta del dedo .. y cuando se dan cuenta que no habia ninguna cabina telefonica.. y me ven todo tranquilo sin reir… ellas empiezan a reirse jaja.. y luego yo tambien como diciendo .. ¡me atraparon!.. jaja..
    La que sigue es de la frase..
    Para esta ocasión decidi ponerme una camisa a rayas roja.. y cuando llegue al parque.. me di cuenta que al parecer es muy común una camisa así.. :/ jaja que rayos!.. tenía que sacar algún provecho de ello.. asi que.. bueno.. empezé a decir que había tomado una mala decision al ponerme esa camisa y ellas se reían.. y luego una de ellas me dice.. no te preocupes que a tí te queda bien!!!.. ( como para hacerme sentir bien) y yo le digo.. es que la estoy usando yo ( todo humilde y sin reirme )… jajajaja. y ellas… que se reian y pedian un recogedorrrr .. segun ellas era un votado ..aajajja.
    Bueno si me pasan algunas cosas graciosas estare comentando.. no sé si sea una frase original.. tal vez la puedas publicar en tu seccion de la frase de seduccion.. juzagala tu..
    Nos vemos. y sigue con tu web.. está buenisima y recomendada

  5. El Violinista, ahora Alberto, este artículo es excelente porque ilustra muy bien el porqué de la filosofía que tienes respecto a la seducción. Entonces, esa es la razón por la que le desagrada dar consejos y hablar de técnicas y manipulaciones, ¿no? No quiere ver «seductores estrategas», sino seductores naturales.
    Sólo que una parte no me queda clara. Dice que un seductor estratega tendrá éxito con «mucho esfuerzo», pero, ¿por qué piensa esto si hasta un seductor estratega debe disfrutar tener éxito en un ligue? Es decir, no me lo imagino sufriendo cuando las cosas le van saliendo bien en su objetivo de alcanzar lo que él considera una meta. ¿O es que he entendido mal?
    Por cierto, lo del tango está marchando bien y me ha nacido preguntarle algo, pero no de seducción, sino como aficionado a la salsa. ¿Por qué a las mujeres les entusiasma tanto esto de los bailes? Al menos, en lo que me ha tocado ver, los hombres no se entusiasman tanto con esto y se desaniman a la primera siendo que bailar es algo muy bueno para conocer mujeres y, desde luego, para llenarse de alegría y ser más seductor.
    😉

  6. Y por cierto, hablando de Tango y seducción, no sé si le habrá tocado ver esta escena de una película de Al Pacino. Ignoro si tengo razón o no, pero me parece que aquí hay el juego de seducción del que usted habla; sin cuestiones exitosas, sin cuestiones derroteras:

  7. El Abogado, ya sabes que cambié el enfoqe de la Web 🙂 , que es: disfrutar de la vida, de las personas que nos gustan, del baile, etc., sin analizar, sin tratar de entender.

    Te escribo una cita de Picasso 😉

    Todo el mundo quiere entender el arte. ¿Por qué no intentan entender el canto de un pájaro? ¿Por qué la gente ama la noche, las flores, todo lo que nos rodea, sin necesitad de entenderlo?

  8. Hace poco, salí a un bar junto con un amigo y una amiga. Íbamos los tres en el autobús y no me acuerdo de qué estábamos hablando, pero la conversación, se dio algo así:

    Yo: Como las fotos de scarlett johansson.

    Mi amiga: ¿Cuáles?

    Mi amigo: donde se retrata desnuda.

    Mi amiga: No las he visto. Lo que pasa es, que a lo mejor, quiera recordar cómo se veía de joven cuando se haga vieja.

    Yo: Yo no me retrataría desnudo. Además, mi atractivo es de índole metafísico. Se refleja en la materia, pero no es de ella de donde surge.

    Mi amiga: ¿A qué te refieres?

    Yo: Es cuestión de actitud.

    Llegamos al bar y pedimos tres tarros de cerveza. Después de un rato, mi amiga me dice:

    Mi amiga: no le has tomado nada y nosotros ya vamos por el segundo tarro.

    Mi amigo: Déjalo, le gusta disfrutarla.

    Así de tranquilo me encontraba disfrutando del momento con todo y la música suave, cuando de pronto, entran tres personas. Un chico y dos chicas.

    Se notaba que andaban inquietos. En eso, se acerca el chico, y le dice a mi amigo que saliera, y que le dijera a la mamá de una de ellas, que se llamaba «fulano de tal». Mi amigo accedió de buena forma haciéndoles el favor.

    Una vez pasado el incidente, todo volvió a la normalidad. Nosotros seguimos en lo nuestro, mientras que ellos, se divertían por su parte. Pero no pasó mucho tiempo para que esto cambiara, pues nos preguntaron que si podían juntar las mesas, a lo cual accedimos.

    He de mencionar, que a mi lado se sentó una de las chicas, e incluso, fue ella la que me sacó plática. Y estaba platicando con ella, cuando me dice:

    Ella: ¿Sabes una cosa?

    Yo: ¿Qué cosa?

    Ella: A mi amiga y a mí, te nos haces bonito.

    Yo: ¿Y eso?

    Ella: Es que no sé. Te vez tan relajado, sin pretender aparentar. Muy diferente a lo que intentan muchos.

    No puedo más que expresar, que fue una noche que disfruté de maravilla. Hasta llegó el momento que, mientras tenía sujetada la mano con los dedos entrelazados de una; le cantaba dulcemente al oído, a la otra.

    ¡Saludos!

  9. Poeta-de-la-noche-triste, tu historia es sublime! 😉 La publicaré y ya tengo el título de la entrada: «Atracción metafísica» 🙂

    A mí me ocurrió algo similar una vez, lo contaré cuando publique tu historia 😉

  10. Hola

    El artículo está muy bien escrito, con buen estilo, ordenado, tratando el tema sin decir tonterías. Luego, tus aportaciones, muy buenas, en la línea del artículo. Coinciden las ideas de la periodista con las tuyas, por ello todo encaja muy bien.

    Me alegro que haya reproducido tus aportaciones con fidelidad. Muchas veces no pasa… A mi hermana le preguntó sobre un asunto un periodista y sólo le sacaron dos frases, pero mal, diciendo cosas que ella no había dicho…

    Enhorabuena y un saludo.

    Juan.

  11. Muchas gracias, Juan, se agradecen tus palabras 😉

    Es cierto, la periodista tiene una manera de ver la seducción que encaja completamente a cómo la veo yo 🙂

  12. Hola de nuevo

    Genial el vídeo del tango. Impresionante que el personaje de Al Pacino sea ciego, pero eso sólo se nota en que la halaga con su olor, con el sonido de su risa y, por supuesto, bailando con ella.

    La filosofía es esa, también de acuerdo, disfrutar del baile. Si tú disfrutas bailando, eso es lo que le vas a transmitir, tanto a tu pareja de baile como a los que te ven desde fuera. Y si sientes la música, te mueves a su compás y sabes representar los cambios de ritmo, más puntos a tu favor.

    Un saludo.

    Juan.

  13. Si, Juan, de hecho, esa era mi intención al poner ese video porque Al Pacino, pese a ser ciego (imagina, eso es peor que cualquier defecto físico que uno pudiera considerar tener), se muestra audaz, cordial, creativo, alegre, etc. En una palabra: seductor.
    No sé qué piense Alberto, alías Violinista, pero para mí que la chica vivió un idilio amoroso de 3 minutos con el personaje de Al Pacino (de ahí la frase de «a veces se vive una vida en un minuto» es sublime porque se lo cumple a la chica, al menos a mi ver) y tan bueno fue que le causo inseguridad al novio.
    Digo, ¿por qué tanta prisa por sacarla de ahí cuando finalmente llega a cenar? 😉
    No cabe duda que la chica pensó: «que bueno fue» 🙂

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