Aquí os dejo mi respuesta completa que envié a otra de las preguntas para la revista Quo.
¿Por qué piropear es una actitud más masculina?
Respuesta de Alberto Hidalgo
Si es un hábito más masculino, es porque el aprendizaje se ha producido según los roles establecidos en la sociedad. Desde luego, no es algo genético.
Algunas personas todavía creen que determinadas costumbres, o hábitos, son «propias» de hombres, y otras de mujeres. Por ejemplo, eso de que «los hombres son los que llevan los pantalones». En este aspecto, se olvidan de que, por ejemplo, en el siglo XVI los nobles vestían con ropas que se parecían mucho más a faldas que a pantalones (ver foto abajo), porque se consideraba «propio» de hombres. Fue una moda aprendida, no genética.
También, en el siglo XVIII (no tan lejano), los hombres se maquillaban y lucían ostentosas pelucas (nada masculinas en nuestra época), para resultar más atractivos, cuando ahora todos creemos que maquillarse es cosa de mujeres, “propio” de ellas. Son ejemplos de hábitos aprendidos, como es el de piropear.
Hasta hace unos años, algunos estudiosos de corte evolucionista trataban de atribuir a los genes la exteriorización de ciertos rituales de seducción (como son la exclamación de piropos). Sin embargo, se ha comprobado que en determinadas culturas, los hombres adquieren roles completamente diferentes a los que en las sociedades más modernas y conocidas podríamos denominar como “masculinos”, por ejemplo, en la cultura de los Wodaabé.
Otra prueba más de que la capacidad de piropear es cultural, y no genética, es que las mujeres piropean afectuosamente a los niños, con muchísima frecuencia, y entre ellas mismas, algo que los hombres apenas hacen. ¿Por qué no? Porque se les ha enseñado que si un hombre piropea a otro, se puede entender como que se siente atraído sexualmente por éste, y eso puede ser contraproducente.
Con estos ejemplos, se comprueba que los rituales de seducción (como es el de piropear) son una herencia cultural, y pasan de generación en generación, evolucionando según modas y costumbres.
Arte de Seducción 