Seduccion chicas (chicos). Ligar. El billete falso

Hoy, rescato un post que hace poco nos envió nuestro amigo Giacomo, y dado que es muy divertido y original, creo que merece la pena publicar una entrada con él.

Giacomo, gracias por compartir tus divertidas vivencias de seducción 😉

Carta de Giacomo

Hola a todos y todas de nuevo

Pese a que no es mi estilo, se que en algunas ocasiones muchos de ustedes han sentido una asombrosa atención por una bar-tender.

!Si, lo sé, ya conozco la respuesta!

Recuerdo que un día visité un bar cerca de mi trabajo, ahí estaba ella, una chica morena, de ojos claros, incuestionablemente atractiva y tan sexy que estoy seguro despertaría pensamientos impuros al más puritano sacerdote.

En pocos minutos noté como una cuantiosa cantidad de sujetos la pretendían descaradamente. Incluso uno de ellos le platicada haciendo alarde de las llaves de su auto lujoso las cuales pomposamente movía de un lado a otro. Debo de confesar que sentí penal por ese hombre, al punto de la desesperación a que había llegado, similar al Pavo Real mostraba su plumaje real para impresionar al sexo opuesto y poder aparearse. Desde mi punto de vista ese tipo iba condenado al fracaso, sencillamente porque no la estaba pasando bien y tensaba cada vez más su ya endeble impresión con la chica.

Recuerdo que ese día pagué la cuenta y me retiré del lugar. Llegué a la conclusión que flaco favor se hacían los hombres impresionando mujeres como ella con su fortuna, pues noté como no se sorprendió cuando dicho sujeto pomposo pago exhibiendo a los presente su tarjeta de crédito color plata. !Oh Dios! !Cómo pueden existir hombres tan ingenuos!

Días después llegué al lugar y llevaba una estrategia para invitarla a salir.

Ese día llegué pedí mi bebida y me dediqué a ver el partido de Fútbol que se transmitía por la televisión del bar, lo que quería era mostrar cierta indiferencia con ella, para no caer en los errores de los demás sujetos que se encontraban a mi lado, quienes entupidamente le confesaban su devoción y hasta la trataban como una diosa.

Ese día, había escaneado unos billetes, y con un software había cambiado la foto del personaje del billete por la mía, de manera que en el billete el rostro que aparecía era el mío.

A la hora de pagar mi cuenta, le entregué mi billete falso, en ese momento ella reaccionó de la siguiente manera:

Ella: risas, Disculpe Caballero, este billete es falso.

Giacomo: te equivocas, la persona del billete soy yo.

Ella: lo se, pero con el no puedo comprar nada.

Giacomo: lo crees, pues yo creo que la persona que está en el billete puede llegar a hacerte pasar maravillosos momentos, algo que no puedes hacer con los otros billetes que se encuentran en la caja registradora.

Ella: risas, risas,

Giacomo: mira, te debo dos bebidas, conserva el billete bajo protesta que en caso de no pasarla bien conmigo te pago las bebidas nuevamente.

Ella: sonríe, ¿y dime cómo hago efectivo el pago que este billete promete?

Giacomo: muy sencillo, trabajo a dos cuadras de aquí, (le indiqué la dirección) pero si acaso te perdieras déjame agregar tu numero a mi teléfono móvil, ¿el cual es?

Ella:!ta bien! es 8845XXXXXXX

Giacomo: listo, solo falta tu nombre y queda registrado.

Ella: Amalia.

Giacomo: hasta entonces Amalia.

Ese día logré acaparar su atención y atracción sin necesidad de competir directa e ingenuamente con los otros tipos.

A los tres días concerté una cita y pasamos hermosos momentos