Seduccion hacia la salud. Interrogatorios de pareja

 

El domingo, lei un artículo en el periódico La Verdad de Murcia, que narra la típica escena de pareja donde, en un momento dado, el hombre está parco en palabras y la mujer intenta saber qué le ocurre y por qué está así. Para lo cual, le somete a un intenso interrogatorio del estilo al que más abajo leeréis. La pregunta para la reflexión es, ante esta situación donde alguien no desea hablar y, por lo que sea, está enfadado, ¿sólo se puede reaccionar haciéndole preguntas? ¿Es realmente útil? ¿Qué tipo de preguntas? ¿Existen otras maneras de afrontar dicha situación que sirvan para mejorar la relación?

¿Son útiles los interrogatorios de pareja?

Aquí os dejo el artículo:

Cóctel de hormonas a ritmo de salsa

Ya sé que tenemos fama de que cambiamos de humor de un instante a otro. Y para ser sincera, nos la hemos ganado a pulso, lo que pasa es que a mí me sienta fatal que siempre le echen la culpa a nuestras hormonas: que si las tienes alteradas, que si hoy te has levantado torcida, que si mejor no te hago caso porque esto son cosas de mujeres. Pero también hay que admitir que, incluso el hombre más encantador, tiene sus rachas de mal humor, también llamadas «necesito mi espacio»

Y encima se sienten unos incomprendidos, porque lo único que necesitan es eso, su espacio y ya está. Pero no, la cosa no es tan fácil. Cuando te veo llegar cabizbajo, distante, muy pero que muy callado y escondido tras un muro más grande que la muralla china, lo primero que se me viene a la cabeza es: «Y ahora a éste qué le pasa». Y claro, la curiosidad mató al gato. Vamos a ver, ¿no sería más fácil que hagas como yo, que lo suelto todo de un golpe y me quedo nueva? Pues va a ser que no, te hablo y tú miras para otro lado, y como esté el Teledeporte, entonces ya ni te cuento. Te quedas totalmente abducido por la pantalla y yo ahí, como una pava, esperando a que me digas qué es lo que te ocurre.

Por supuesto, la mejor solución sería poder leer tus pensamientos, pero aún no he desarrollado tanto mi sexto sentido, así que no me queda otra que someterte al tercer grado:

-¿Me quieres? ¿Me echas de menos? ¿Te sigo gustando?…

Tú metido en tu silencio y yo con el interrogatorio, hasta que escucho unos desesperados:

-Sí-sí-sí…

Y como soy tan entusiasta y me encanta dejarte boquiabierto, abro los brazos y te rodeo mientras susurro entre arrumacos:

-Y yo más…

Pero tú sigues rarito y yo no me quedo del todo satisfecha, porque cuando me entra un tole-tole no hay quien pueda pararme ¿Pero cuánto me quieres? Y ahí es donde mi impaciencia puede más que tu paciencia. Te mosqueas, o eso creo yo, me desabrazas y coges el mando de la tele y venga a cambiar de canal. -¿Es que hay otra mujer?

Le sigo encuestando, porque yo a lo mío, y más aún cuando veo que no me haces ni caso.

-Sí, una no, muchas…

Y ale, tú a seguir viendo el partido con lo que me acabas de soltar. Míralo ahí tan pancho, y yo aquí a punto de estallar en sollozos; pero no, no se vaya a creer que me ha hundido, numeritos de histérica celosa ¡ni pensarlo! Me planto delante del televisor con los brazos en jarras y con toda la adrenalina que aporta un ataque de cuernos le suelto:

-¿Pues sabes qué te digo? Que a esto también te gano. Así que lo sepas: ¡Y yo más!

Cojo el bolso y me largo con mis amigas, seguro que ellas me entienden cuando me vean llegar con esta cara y les diga entre aspavientos: ¡Ufff hombressss…!

Claro, que mucho quejarme pero al final vuelvo con él, porque los temas hay que zanjarlos y el asunto no se va a quedar así y, como soy muy listilla, cambio de estrategia para ver si te pillo desprevenido:

-¿Qué te pasa, cariño?- le digo con voz tierna mientras le rasco la espalda.

-Nada, estoy bien.

Primer intento fallido. Uy, esto no me gusta un pelo.

-¡Ah, no! A mí no me engañas… a ti te pasa algo-, suelto entre risitas para que no se me asuste y desembuche.

-Te he dicho que no, que estoy fenomenal-. Se va acalorando.

-Pues vale, si no me lo quieres contar, pues no me lo cuentes-. Ahora es cuando utilizo el truco de poner morritos y hacerme la enfadada.

-¿Pero qué quieres que te cuente?-, dice con las venas del cuello ligeramente hinchadas.

-Mira que te conozco y sé que te pasa algo-. Me parece que la que se está pasando soy yo…

-Y dale.

-¿Ves como tengo razón? Tienes otra y no te atreves a contármelo. La tía estará buenísima, y claro, no sabes cómo decírmelo. Pero fijo que tú ya no me quieres.

Jo… ¡Con lo bien que estábamos justo antes del mismísimo momento en el que se me ocurrió meterme en este charco! Ahora ya sé qué le pasa, que está cabreado conmigo y punto, porque se ha ido dando un portazo y diciendo no sé qué de mi familia.

Esto de los cambios de humor agota, yo no sé si serán mis hormonas o las suyas, así que lo mejor será que cuando lo tenga cerca, en lugar de mosquearme, pienso hacer un cóctel de hormonas y a batirlo a ritmo de salsa.

16 comentarios en “Seduccion hacia la salud. Interrogatorios de pareja

  1. Teniendo en cuenta que la mujer tiene mas puntos extra (refiriendome al cerebro) para la comunicación, ver los sentimientos de los demas, los tonos de voz, miradas…. tienen la necessidad emocional para hablar de estos temas y que los demas lo hable. pero vamos aver, el hombre es hombre, y la mujer mujer, y quiero decir con esto que aunque seamos iguales tenemos formas distintas de hacer las cosas. Por ejemplo, una mujer hablara con sus amigas, familia, y practicamente con todos porque con eso tienen perciben una gran satisfaccion, por el sollo mero echo de comunicarse. En cambio, los hombres no funcionamos asi, lo explicamos pero no tan abiertamente a veces. Y yo como hombre, que alguna vez me ha pasado esto de este chico, creo que es mejor no presionar mucho y a poco a poco él te lo acabara diciendo, y pienso que si no lo dice cuando se lo pide una mujer, es porque lleva en sí una carga que si la suelta puede explotar demasiado fuerte. ciao !!!!

  2. Eros, no sé si esto será de hombres o de mujeres. Conozco a cada hombre pesado por ahí… que hace lo mismo que la mujer en la escena del artículo.

    Lo que tú ves útil para estos casos: «no presionar mucho, y te lo acabará diciendo».

    Ok, gracias 😉

  3. Es verdad…esto lo hacen tanto los hombres como la mujeres. Y supongo que al ver que la otra persona cambia de estado, o sea, como mas callado, mas reservado… siempre he visto que la persona que se preocupa y le pregunta al otra, cae en una especie de preguntas casi un poco negativas, como decir » pude que ya no me ame» o «ya no me ve atractiva» » he echo algo malo » …. que en el fondo es bueno por que te preocupas, pero no lo es tanto si se utilizan supuestos negativos, que si es eso se mostrarian aspectos de peronalidad negativos como baja autoestima, poca confianza… No sé si me estoy extendiendo jejje 😉

  4. Así es, Eros, sabiendo que ese tipo de interrogatorio es síntoma de negativismo, ¿qué es lo que SÍ sería positivo hacer cuando la otra persona está callada y no desea hablar?

  5. Creo que mostrando simplemente respeto hacia a ella, solo preguntando una vez, y que sea relajado como he dicho antes, dejando libertat para que la otra persona sienta una comodidad para abrirse. A veces mostrando alegria, felicidad,… se resuelve un problema como estos hasta riendo y todo ! 🙂

  6. Se que el tema es en pareja pero por ejemplo cuando yo tuve problemas y quien me pregunto fue un amigo que recien estaba conociendo se preocupo y todo y su estrategia para que yo pudiera ser mas expresiva fue siendo cariñoso y tambien hablandome de otros temas, haciendome reir asi yo me sentia mejor y me agrado el respeto que mostro hasta esperar yo pudiera confiarle mis problemas y el ayudarme a resolverlos, debo de decir que eso es seductor y buen a el le funciono conmigo porque al cabo de un par de meses acabamos saliendo, aun lo hacemos 😉

  7. A mi lo que me funciona a las mil maravillas en casos así es, primero, como apunta Eros, preguntar una vez nada más, con curiosidad sana e interés libre de cualquier tipo de juicio o sospecha. Normalmente le digo algo así: «Te noto algo serio/preocupado/triste, estás bien?»

    Si no me cuenta nada, le doy un besito o similar, y sigo con lo que estaba haciendo antes de encontrarme con él. O si me ha sucedido algo durante el día que me apetezca mucho contarle, lo hago escuetamente, alegre, con entusiasmo, como si nada, como si no tuviera delante mío a un tío con cara de perro.

    Por supuesto, no le doy toda la información, jeje 😛 Digamos que le cuento parte de los titulares, ocultando el dato más sabroso, le hago un par de mimos rápidos y desaparezco en un nanosegundo, porque estaba ocupadísima antes de que él apareciera, y mis menesteres, aunque solo sean pintarme las uñas de los pies, me llaman.

    No falla. Al rato, ya sea cinco minutos después, una hora, dos, o un día, o tres… se acerca y me pide que le cuente cómo me ha ido el día, la semana… y en medio de la conversación, como si tal cosa, de repente me cuenta toooodo lo que le preocupaba. Y lo único que he tenido que hacer para conseguirlo ha sido disfrutar de mi vida, de mi alegría, de mis cosas, dándole así su espacio, tal y como a veces me gusta que ellos me hagan a mi 😉

  8. Buenas, yo creo que las mujeres suelen ser muy sutiles a la hora de sacar información.

    Justo ayer, mi amiga, en la que os hable en un post anterior, me escribió un mensaje privado a ver si le podia decir alguna serie que estuviese bien para verla y tal.

    Yo la dije que ese tipo de peticiones las tenia que hacer con 24 horas de antelacion xD que no tenia tiempo porque me tenia que ir a trabajar, que ahi me dan más dinero del que me da ella y que ademas esta ROCIO! 😀 😀 (una compañera de la que yo no habia hablado a mi amiga directamente, pero ella si habia escuchado algo). Se lo dije como si estuviera muy alegre jeje

    Ella me respondio… «jajajaja javi tiene novia, javi tiene novia (con el tonito ese cm cantado) XDDD» y yo viendo que ella esperaba que le dijese… «no, no tengo novia ni nada de eso…» le dije «siii!! y de treinta y pico años!! 😀 es mas, si la vieses te harias lesbi!!» con la intencion de ponerla celosa jeje

    Y me acabo respondiendo que si yo era un pesado por escribirla y eso que habia empezado la conversacion ella… jajajaja No se si consegui que se pusiese celosilla o no, tampoco me importa, el caso es que yo me lo tome a broma y le respondi de forma divertida 😀

  9. Gatablanca, ¡vaya! ¿Estás segura de que eres una mujer? Jeje, lo digo porque hay gente que no cree que existan mujeres como tú, que NO caen en el error de hacer interrogatorios atribuidos en «sabiduría» popular al género femenino. 😉

  10. Sí soy mujer, jeje. Y en su momento caí en el error de hacer esos interrogatorios, pero como no funcionaban me parecían una pérdida de tiempo, por lo que fui probando otras cosas y… voilá!! :mrgreen:

    P.D. no soy la única, conozco un montón de mujeres que no los hacen, y de hombres que sí los hacen. Más de un novio he tenido yo así de preguntón, y he de decir que me resultaba tremendamente agobiante. También esta es una de las razones por las que hace mucho tiempo que ya no interrogo a nadie. Practico eso de «Vive y deja vivir» 🙂

  11. Tienes razón gatablanca, a mi también me funciona cuando actuan conmigo como dices tu 🙂

    Y es cierto que aunque las mujeres tengamos más tendencia hay casos de todo, además no sólo en pareja, a veces he aplicado la táctica de gatablanca con una amiga y también funciona 😉

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.