Seduccion. Magazine El Mundo. Relaciones online

Hoy, domingo, día 4 de abril de 2010, tengo, de nuevo, el placer de comunicaros que ha salido publicado, en el Magazine del diario El Mundo (nº 549), un artículo de seducción en el que colaboro. En este caso, se habla sobre la seducción y las relaciones online. Como es bastante extenso, os lo dejaré por breves entregas 😉

Aquí la primera parte:

(Señalo en color azul la parte del texto del artículo que es de mi autoría).

Relaciones online

Cada vez más personas buscan y encuentran pareja a través de la Red, al tiempo que proliferan las páginas de contactos online. La demanda es real: el 60% de los europeos las prefiere para conseguir novio o sólo ligar. Pero, ¿qué debe contener un perfil para triunfar en el ciberespacio?

Por la noche todos los gatos son pardos y en Internet, además, son más grandes y cazan más ratones. Según la página de contactos online Meetic.es, los hombres que se registran en ella tienden a mentir en sus perfiles sobre aspectos como la estatura y el sueldo, que aumentan por arte de tecla. En cambio, las mujeres se quitan años y peso.

En una plaza tan concurrida como la de Internet, en la que -según el INE- alrededor de cinco de los 10 millones de solteros españoles buscan pareja, la competencia es fuerte y las tentaciones de trastocar la realidad para ganar posibilidades son grandes, pero desaconsejables. «Una mala impresión, como la de una mentira, requiere cinco acciones positivas para contrarrestar su efecto, por lo tanto es un gran error para quien persigue interesar a alguien», explica Mila Cahue, psicóloga asesora de Meetic.es.

En su lugar, habrá que jugar la baza de la seducción, esa especie de photoshop psicológico que intensifica el brillo de nuestras cualidades y que consigue, a veces, deslumbrar a nuestro objetivo hasta el punto de hacer invisibles los más evidentes defectos y anular a posibles contrincantes. Así, es quizá la herramienta que ha permitido a personajes de belleza abstracta como Adrien Brody o Barbra Streisand colgarse del brazo a preciosidades como Elsa Pataky o Warren Beatty. Ellos podrían ser ejemplos del clásico seductor, pero, ¿cómo es su equivalente online?

Para Alberto Hidalgo Ramírez, autor y editor del libro Psicología y Seducción, tiene que «ofrecer algo valioso a la otra persona para despertar deseo, interés o enamoramiento«. Sostiene, además, que la esencia es la misma en vivo que en online, y que lo único que cambia es el canal. «Un seductor que lo sea en la vida real, podrá serlo fácilmente en Internet, pues mantendrá la misma actitud y ésta será verdadera, la proyectará allá donde esté, ya sea Internet o en vivo. Sin embargo, no todos los que en Internet parecen seductores lo son en la vida real. Por eso, yo recomiendo provocar un encuentro real cuanto antes, en vivo, para comprobar qué hay de cierto en todo lo que nos está transmitiendo«, explica.

«En cualquier caso, si te comunicas por Internet con una persona con intención de seducirla, o le ofreces algo que a ti mismo te parezca valioso a los ojos de esa persona, o no podrás seducir. Por ejemplo, si estás chateando con la persona que te gusta, y le ofreces tu aburrimiento, y tu lado más negativo, difícilmente obtendrás resultados positivos«.

Este psicólogo niega que exista un único modelo de seducción, sino muchos que se materializan en función de lo que se pretenda conseguir y del contexto, sea éste laboral, nocturno, deportivo o artístico.» «En contextos laborales, de día, etc, se aplican principios de seducción diferentes, más afectivos o intelectuales, por ejemplo, el humor, compartir inquietudes intelectuales, hobbies, proyectos en común, etc.», puntualiza.

Si alguien busca, por ejemplo, sexo, predominarán los recursos más físicos, como la belleza, la estética, el poder, el liderazgo o el atrevimiento. Los modelos son también atemporales como lo es el estereotipo exclusivamente sexual, aunque algunos pueden considerar de nuestra época. Hidalgo recurre a la tercera esposa del emperador romano Claudio para explicarlo: «Hace 2.000 años, Mesalina fue famosa por utilizar su belleza y poder para cautivar sexualmente a todo hombre que deseara, organizando incluso una famosa competición«.

La belleza como arma es tan antigua como el hombre y tan moderna como la era digital, según se desprende del estudio What Makes you Click?, que han realizado los científicos Günter J. Hitsch y Ali Hortaçsu, de la Universidad de Chicago, junto a Dan Ariely, del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

(Índice de todas las partes del artículo: 1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª).

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