Seduccion. Entrevista completa. Periódico Granada Costa

Como dije ayer, aquí os dejo, esta vez completa, la entrevista sobre seducción que me realizaron para el periódico mensual Granada Costa. Concretamente el periódico de este mes de febrero de 2010, el número 373.

Algunas preguntas que veréis son nuevas, es decir, no las publiqué en los dias anteriores en esta Web, pero ahora sí aparecen todas. En total, son 17 preguntas. Sólo había publicado 11. Espero que también os gusten 😉

Como ya comenté, envío mis agradecimientos desde aquí a dicho periódico por el magnífico trabajo que han realizado, tanto en el contenido, como en el diseño y la maquetación del artículo. Más concretamente, agradecerle a Laura García (que fue la persona que me realizó la entrevista) por su amable trato. y por sus originales, acertadas y “afinadas” preguntas sobre seducción.

Abajo del todo, tenéis la entrevista también en formato jpg y pdf.

Granada Costa. Artículo de seducción de Alberto Hidalgo. Entrevista de Laura García

La seducción es algo que a todos interesa, a cualquier edad, seas hombre o mujer, y es por ello por lo que encuentro interesante conocer un poco más este tema, de la mano de un gran profesional de la psicología como es Alberto Hidalgo, alias “El Violinista”. Colabora habitualmente en la revista “Men’s Health”, y ha escrito artículos para el “Magazine” (del periódico El Mundo), Revista “Mía”, y “Ragazza”.

El pseudónimo que usa el autor del libro (y en su Web, “Arte de Seducción”), es tan sólo para tratar de recordarnos que la Seducción es algo más que usar unas frías técnicas de forma automatizada; que seducir es un arte y, el que seduce, un artista; de tal manera eligió la figura del Violinista y, en su libro, utiliza esta metáfora en más de una ocasión para reflejar las similitudes que ambos artes poseen.

Alberto Hidalgo defiende la existencia de unos Principios Universales de Seducción que nos son comunes a todos los seres humanos: hombres, mujeres; jóvenes, ancianos; nórdicos, orientales o africanos. Algunas de esas “melodías de seducción” sirven para despertar Deseo, otras Interés, y otras Enamoramiento. Así lo detalla y estructura en su libro con el objetivo de que el lector elija libremente qué desea conseguir.

Unos seductores escogen aplicar ciertos de esos Principios como, por ejemplo: el dominio, el misterio, lo escaso, y otros seductores prefieren utilizar: la afectividad, la generosidad, la alegría (que en nada se parecen a los primeros seductores citados).

¿Qué te decidió a escribir un libro sobre seducción?

Podríamos decir que esa decisión se produjo en dos fases: una inconsciente y otra consciente. La primera comenzó desde el primer día en que me gustó una chica y no fui correspondido. Ahí surgió mi primera motivación por investigar qué ocurría, ¿por qué él?, ¿qué tenía él y yo no?; ¿qué había hecho para atraerla, qué no había hecho yo?, etc.

A partir de ese día, a lo largo de mi adolescencia, y posteriormente, a medida que experimentaba vivencias de seducción con las chicas que me gustaban, todos esos éxitos y fracasos se fueron acumulando en mí como conocimiento inconsciente, hasta que cumplí, más o menos, los 23 años, que fue cuando dio comienzo la fase consciente. Fue al trabajar para una compañía de seguros donde recibí cursos prácticos de habilidades sociales y técnicas de ventas. Ahí, me di cuenta de que la seducción tenía muchos puntos en común con la aplicación de esas habilidades y noté un notable incremento en el número de éxitos con las chicas.

Este contacto con el mundo las ventas fue muy motivador para mí, hasta el punto que fue el detonante para decidirme a matricularme y realizar la carrera de Psicología, y así lo hice.

Conforme fui aprendiendo más sobre el ser humano, fui estructurando cuáles eran las claves más importantes para la seducción, y al ponerlas en práctica, seguí experimentando más facilidad para seducir. Fue en ese momento cuando muchos de mis amigos me animaron a escribir un libro sobre ello. Me gustó la idea, y comencé a fijarme no sólo en mi manera de seducir sino en la de muchos chicos y chicas con gran facilidad para este arte, aprendiendo de ellos y ellas, y tomando muy buena nota en pequeños cuadernos que apilaba en las estanterías de mi habitación.

Al final, sumando todo ese conocimiento, consciente e inconsciente, el proveniente de las técnicas de ventas, de la carrera de psicología, de experiencias mías y las de otras muchas personas, llegó el momento en el que sentí casi una necesidad el escribir este libro. Y aquí está.

Siendo un experto en el tema de la seducción y un profesional de la «psique», ¿aún tienes la capacidad de sorprenderte mientras seduces? ¿O todo te parece predecible?

Por fortuna, NO todo es predecible en la seducción; la vida nos da sorpresas. Ésa es la sal de la vida y de la seducción. Por mucho que sepas, por muy bien que hagas las cosas, siempre habrá personas que ignorarán hasta tus mejores propuestas de seducción.

Por ejemplo, existen obras de arte musicales que seducen a la mayor parte de la población, pero siempre encontrarás a gente que responderá con escaso o nulo entusiasmo ante tales obras. Tu arte no puede depender ello, de la aprobación de los demás, porque si estás pendiente de eso, seducirás con miedo, y no hay nada peor para la seducción que ofrecer algo con miedo.

Lo más importante de todo, a la hora de seducir, es sentir, de corazón, que lo que ofreces, realmente, te parece valioso a ti mismo. Es parecido a hacerle un regalo a alguien. Procuras preparárselo con lo mejor de tus intenciones, y lo normal es que le encante; pero en el caso de que no sea así, te sentirás igualmente bien contigo mismo, porque se lo has entregado con lo mejor de ti, sin esperar nada a cambio. Esa es la esencia de hacer regalos y, también, de la seducción.

¿Podrías decirme qué es para ti el amor?

La palabra amor puede tener tantas definiciones como personas existen. Pero aquí va la mía: es la energía que te impulsa a unirte con algo, ya sea material o inmaterial. Puede ser amor a los animales, amor a los hijos, amor a tu pareja, amor a Dios, amor a la libertad, amor a la música, amor universal (amor al ser humano), etc.

¿Y la seducción?

«Ofrecer algo valioso a la otra persona para que se despierte en ella el deseo de unirse a ti, ya sea afectivamente, intelectualmente o físicamente (sexualmente)».

Cuando enseñas a seducir, ¿a qué recomiendas prestar más atención: a las miradas, a las palabras o a los hechos?

Sobre todo, recomiendo prestar atención a uno mismo, a que sienta que está disfrutando de sí mismo mientras está ante la persona que le gusta. Si efectúas una mirada, ésta resultará seductora siempre y cuando sientas que disfrutas de ello. Si es al contrario, si sientes miedo, o estás tenso, justo eso proyectarás a la otra persona, y tu mirada será anti seductora. Además, cuanto más te esfuerces en esa mirada, desde la tensión, mucho peor, menos seductora será.

Con las palabras y con los hechos sucede lo mismo. La seducción NO es lo que haces o lo que dices, sino cómo lo haces o cómo lo dices. Si estás centrado en tu propio disfrute y en compartirlo con la persona que te atrae, importará poco qué haces o qué dices. Por ejemplo, un silencio, si lo disfrutas compartiéndolo con alguien, puede resultar mucho más seductor que la más ingeniosa de las frases si ésta la pronuncias con miedo o buscando la aprobación.

¿Crees que todo el mundo puede seducir, o reconoces que existen ciertos «patosos» difíciles de encauzar?

Todo el mundo puede aprender seducir. Los que tienen más dificultades se muestran así NO por falta de inteligencia o de conocimientos. Conozco personas muy, muy inteligentes que son incapaces de seducir a nadie. Lo que les falta es creer más en sí mismos; están llenos de miedos. Se rechazan a sí mismos en cuanto a que no creen merecer ser deseados o queridos por la persona que les gusta. Se autoanulan. Por eso no resultan atractivos.

Estas personas podrán seducir en cuanto alguien les enseñe a valorar sus propias potencialidades, sus puntos fuertes para atraer. Si no eres guapo puedes seducir bailando. Si no eres culto puedes atraer haciendo reír, etc. Hay infinitas formas de seducir, cada uno puede encontrar la suya.

Todas esas inseguridades de las personas, a las que más les cuesta seducir, surgen cuando tratan compararse con los demás. Por ejemplo, se dicen a sí mismos: «Si este chico es alto y siempre lleva chicas guapas, yo, como soy bajo, no podré tener jamás chicas así». Pensar esto es completamente erróneo y el error proviene de la comparación con los demás y de centrarse en lo que NO tienen, olvidando todo lo que sí tienen para seducir.

¿Qué te parece que en los últimos tiempos el papel de seductor por el hombre haya cambiado, y ahora sea la mujer la que se acerca y seduce a éste?

¡Como hombre me parece una gran noticia! ¡Qué gusto da cuando una chica se acerca a seducirte!

Dicen que a los hombres nos dan miedo las chicas decididas, pero no es cierto, lo que no nos gusta es que una chica venga a la desesperada, con prisas. Por muy guapa que sea, si viene con actitud necesitada nos echa hacia atrás. Sin embargo, si una chica viene decidida pero jugando, divirtiéndose, sensual, y provocadora, eso nos seduce y nos encanta.

En resumen: para seducir, sí, a la mujer decidida; no, a la mujer desesperada o necesitada.

Psicológicamente, ¿qué explicación podrías darnos de lo que coloquialmente denominamos como «flechazo»?

Este fenómeno ocurre cuando te encuentras ante ti a una persona real que tu subconsciente considera que encaja con tu hombre o mujer ideal. ¿Cómo tu subconsciente te da la señal de que encaja? Como no puede hacerlo hablando, por eso te envía ese «puntazo» en el corazón, y esa activación en todo tu cuerpo, que tiene como finalidad el prepararte para entrar en acción.

Todos tenemos una escala de valores en cuanto a la atracción sexual y el enamoramiento. La mayor parte de esa escala es subconsciente, y se ha ido formando día a día a través de vivencias, experiencias propias, aprendizajes de todo tipo: cine, publicidad, revistas, literatura, etc. Así se forma en tu mente ese hombre ideal o esa mujer ideal. Cuando, de pronto, aparece en la vida real alguien que parece reunir las características de tu escala de valores en atracción, ¡salta la alarma! ¡El flechazo!

La seducción, ¿es más física o química?

En los primeros minutos es física, en los restantes, es química. El físico de una persona es sólo la tarjeta de visita. Desde luego, es un buen comienzo, pero no es definitivo. He conocido chicas guapísimas que, a primera vista, me han atraído enormemente, pero al conocerlas tan sólo unos pocos minutos, ha cesado en mí esa atracción del principio. Y al revés, chicas con un físico normal, de las que pasan desapercibidas al principio, que al conocerlas me han atraído muchísimo, incluso más que algunas con físico espectacular.

Para resultar atractivo a los demás, todo depende de cómo te sientas de atractivo contigo mismo, tanto exteriormente como interiormente. Hay modelos con un físico 10 que se ven defectos por todos sitios; esas sólo seducirán en los primeros minutos; después, todo el mundo las verá como ellas mismas se ven: llenas de defectos y, por tanto, nada atractivas.

¿Podrías darnos un ejemplo de buena frase para empezar a seducir?

Sí, la mejor frase que te puedo recomendar es aquella que justo en ese momento te haga disfrutar más a ti. Un simple «hola» disfrutándolo, y sintiéndote atractivo, es muchísimo más seductor que la mejor de las frases que puedas aprender de memoria.

No obstante, si quieres una original, ahora mismo recuerdo ésta, es sólo un ejemplo, y lo importante es una actitud juguetona y divertida.

Me acerco, miro a los ojos y sonrío, y sin más preámbulo le suelto:

«¡Hola!, ¿quieres casarte conmigo?» (una curiosidad a respecto)

Cuando veo la cara de sorpresa de la chica digo algo como:

«A ver…, que tampoco tengo ninguna prisa, que si no nos casamos hoy, podemos casarnos mañana, ¡que prisa no hay!«.

Suelen reírse mucho y a par­tir de ahí, sigo flirteando y hacien­do que sea algo divertido, pero a la vez seductor.

¿Crees que todas las historias de seducción tienen un principio y un final?

Si hablamos de forma tajante, todo se acaba en la vida; la muerte nos llega a todos, tarde o temprano.

Si hablamos de historias de seducción de pareja sin final, mientras ambos viven, sí que existen, y conozco personalmente algunas que se siguen seduciendo mutuamente, toda la vida. Aunque, de momento, son las menos; las estadísticas hablan.

Si alguien sueña con tener una historia de seducción eterna, es bueno que no abandone su sueño. Pero para hacerlo realidad, lo primero que debe cumplir es dar ejemplo, y disfrutar de su propia vida; que sea muy seductora, para así compartirla con su pareja y seducirla con ese disfrute. Después, que la otra persona también haga lo mismo, que sea recíproco, y así ambos se seducirán eternamente.

¿Tiene algo que ver la capacidad de seducir aún sin proponérselo, con la propia autoestima?

Yo diferencio la seducción de la atracción. La seducción se produce de manera consciente y voluntaria. En la atracción, todo ocurre involuntariamente, es decir, la otra persona te desea sin tú hacer nada conscientemente para ello.

Aunque el tener una buena autoestima es un bien indispensable y suma muchas posibilidades para atraer o para seducir, no siempre es así.

Por ejemplo, a mi gabinete de psicología han venido chicos muy seductores, con tremendo éxito con las mujeres, sin embargo, padecían de una inestabilidad emocional muy fuerte, obsesiones, depresión, etc. Seducían, simplemente, usando sus armas: ir muy guapos, hacer reír, bailar, etc. pero todo eso lo hacían, curiosamente, para tratar de subir su propia autoestima.

Esto es como quien trata de ganar mucho dinero para subir su autoestima, no funciona. Cada vez se convierten, más y más, en personas dependientes del dinero, y cuanto más tienen, peor se sienten, más vacíos.

También sucede al contrario, personas con muy buena autoestima, que se quieren mucho a sí mismos, que «son un amor», pero cuando los conoces, sólo te dan ganas de abrazarlos, no te despiertan deseo, ni los ves como pareja. A todos nos vienen a la mente ejemplos de personas así.

Por tanto, si tienes autoestima, mucho mejor, pero no siempre correlacionan autoestima y seducción. Es decir, ni todos los que tienen la autoestima alta seducen, ni todos los que seducen tienen la autoestima alta.

¿Qué actitud recomiendas tener ante un fracaso en el amor, o en la seducción?

Igual que cuando en tu cuenta bancaria te encuentras en números rojos, lo más recomendable es ingresar en ella para salir de esa situación, en la seducción y en el amor sucede lo mismo. Cuanto menos éxito en la seducción o en el amor, más necesitas no abandonarte e invertir más en ti mismo.

¿A qué me refiero con invertir? A hacer «ingresos» en tu propia cuenta: alimentarte mucho mejor, tener más tiempo de descanso, hacer deporte, cuidar más tu estética, rodearte de personas que te acepten tal y como eres. Y si, aun así, te encuentras mal, invertir en ti mismo pidiendo ayuda a quien creas que está capacitado para hacerlo. Pueden ser amigos, psicólogos, médicos, etc.

¿Algún consejo para esas personas que empiezan su conversación con un típico y aburrido: «estudias o trabajas?»

Sí, a poder ser, que lo eviten por todos los medios. Pero si no se les ocurre otra frase, que al menos le den su punto personal de originalidad y gracia. Por ejemplo: miras a los ojos a la chica, sonríes y le dices, con tono pausado, lentamente, misteriosamente:

«Oye, a propósito…, te voy a preguntar algo… que no sé si resultará muy atrevido por mi parte«.

Te acercas un poquito más, mirando a sus labios y con mirada picara, y le sueltas la susodicha y manida frase «Estudias… o… trabajas… «, muy despacito y sonriente.

Lógicamente, ella notará que tu pregunta es sólo un juego, y que usas la odiada frase de una manera original, divertida e incluso sensual. Así romperás esquemas; usas algo típico convirtiéndolo en atípico. Eso es seductor.

Como he mencionado antes, en seducción, lo importante NO es lo que dices, es cómo lo dices.

Por curiosidad, ¿cuál es el problema que más se repite en las personas que te piden ayuda en el tema del amor y la seducción?

Lo que más preguntan es cómo averiguar si le gustan a la otra persona, si ésta se siente atraída. Hay muchas señales que, está comprobado, te pueden indicar si le gustas a alguien. Desde señales tan claras como que, en la noche, la persona que te guste se haya quedado a solas contigo, sin sus amigos, que esté muy cerca de ti, frente a frente, mirándote a los labios y a los ojos, alternativamente, y sonriéndote; hasta señales más difusas como que muestre interés por lo que dices, y se ria contigo. Estas últimas señales pueden significar simplemente que le caes bien, no que le atraigas.

Para asegurarse de que le gustas a alguien, lo mejor es que se sumen cuantas más señales mejor.

¿Crees que la seducción se puede aprender con libros y teorías como cualquier otro tema?

La seducción es un arte. Contestaré a tu pregunta con otra pregunta. Por el mero hecho de leer libros de pintura, ¿sabrás pintar?, ¿te convertirás en un artista?

En la medida que la lectura de esos libros te motiven a sacar lo mejor de ti mismo y a disfrutar creando tu propio arte, serán buenos libros. Creará artistas. Sin embargo, si son libros donde el autor propone al lector que lo imite, que sea como él, que copie su arte, podrá pintar cuadros tan perfectos como el autor, pero jamás será un artista. ¿Dónde dejó su alma?

En la seducción ocurre lo mismo. Un buen libro debe detallarte qué «colores» de seducción existen, cómo se mezclan, qué estilos y técnicas hay, pero a partir de ahí, debe motivarte a crear tu propio arte, o si no, sólo serás un perfecto autómata que no transmite emociones propias, ni tu verdadero yo, por tanto, que no seducirá a nadie.

Finalmente, ¿podrías darle tres cualidades al juego de la seducción?

1) Un juego en el que disfrutas.

2) Un juego que te invita a conocerte y a sacar lo mejor de ti.

3) Un juego en el que a la otra persona la llevas a un lugar mejor del que estaba.

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